
Sumado al interés que despierta conocer un poco más sobre un período tan importante de la historia, y la posibilidad de tener una mayor perspectiva histórica sobre el tema, se puede apreciar que “sobre gustos... no hay nada escrito”, ni ahora ni antes... Por Karina DonángeloFebrero de 2005
¿Y qué hacer? Solamente la experiencia, la elección de uno mismo, del darse cuenta de las propias necesidades y escuchar el cuerpo, escuchar el alma, son las que nos pueden dar la pauta, darnos el chance, permitirnos descubrir las bondades de querernos a nosotros mismos y disfrutar todo en la vida: tanto lo fácil como lo difícil.
Pero uno lo decide, y para formarse un criterio, no podemos kedarnos con un solo libro, con una sola fuente. Hay que ir a averiguar más, ver con quiénes está uno en desacuerdo, y ponernos a pensar seriamente: ¿estoy en desacuerdo nada más porque me cae mal la persona y xq no me da buena espina? o, realmente... ¿estoy en desacuerdo, puesto que me recuerda mucho a la primera experiencia desagradable que tuve con el sexo? (llámese lectura, descubrimiento, etc.)